Directors Diego Vega and Daniel Vega wrap smart social commentary in a darkly comical thriller-like film.
The film lasts only 86 minutes and features apart of the life of Constantine Zegarra, a lawyer and judge in one of the courts of Lima. Zegarra’s effort to ensure fairness and to sanction offenses and crime with energy,encounters serious obstacles due to the bureaucracy of the legal system, the corruption, the fragility of the state and the weight of political influence and cronyism.
Zegarra takes pride in being by-the-booktough on crime, unmoved by compassion or corruption, making liberal use of the maximum penalty. Pleas for judicial mercy are virtually sure to fall on deaf ears.
His scowl and his perfunctory mannerextends beyond the courtroom and into his personal relationships, as well.
His his hard-nosed approach, not amenable to the negotiation that disposes of so much court business in other courtrooms, results in demotion.
Soon after, he is attacked while driving, a shooting that leaves him unable to speak. He is sure there is a conspiracy against him, but is unable to communicate it in a way that anybody takes seriously, professionally or personally.
He’s isolated from his family, because he’s never really sought deep connections with them. His insistence on the existence of a conspiracy is totally discounted by his daughter, in that sort of eye-rolling, disrespectful, teen way. His wife isn’t too impressed either.
He tries to investigate the situation himself, while continuing to try to communicate with those who have the power to really dosomething about it.
Unable to garner any real interest or action from the police or any other official with the power to assist him, his frustration rising, he ends up breaking the law.
No doubt, many people frustrated by officials’ lack of interest and refusal to really listen to what they needed to communicate had passed through his courtroom, leaving with the maximum sentence for whatever crime their frustration exploded into.
El Mudo is the second film directed by brothers Diego and Daniel Vega, whose first film, October, garnered international interest and earned recognition at the Cannes Film Festival in 2011.
Their new film is engaging and entertaining, but it’s also smart, inviting viewers to go a little deeper, to grasp the social commentary just below the film’s darkly comical surface.
The filmmakers, considered among the new talents in Latin America, competed for the highest award at Locarno’s Film Festival, the most important Swiss film festival.
El film dura tan solo 86 minutos y presenta una parte de la vida de Constantino Zegarra, quien es abogado y juez en uno de los juzgados de Lima. El esfuerzo de Zegarra por asegurar la imparcialidad y sancionar con energía los delitos, encuentra serios obstáculos debido a la burocracia del sistema jurídico, a la corrupción, la fragilidad del Estado y al peso de las influencias políticas y los amiguismos.
Zegara se ufana de actuar según las normas y de ser duro con el crimen e inamovible por la compasión o la corrupción; además hace un uso liberal de la pena máxima. Los ruegos por misericordia están destinados a caer en oídos sordos.
Su cara de pocos amigos y su forma indiferente de ser se extiende más allá de la sala de justicia, incluyendo sus relaciones personales.
Su planteamiento duro, insensible hacia las negociaciones que se llevan a cabo en tantos procesos de otras salas de justicia, resultan en humillaciones.
Después, él es atacado mientras conduce, y un disparo lo deja sin poder hablar. Él está seguro de que existe una conspiración en contra suya pero es incapaz de comunicarse de manera que alguien lo tome en serio, a nivel profesional o personal.
Queda aislado de su familia porque realmente nunca estableció relaciones profundas con ellos. Su insistencia en la existencia de una conspiración es totalmente descartada por su hija, de una manera irrespetuosa e infantil, típicamente adolescente. Su esposa tampoco está muy impresionada.
Él trata de investigar la situación por sí solo, mientras continúa tratando de comunicarse con aquellos que tienen la capacidad de hacer algo al respecto.
Incapaz de obtener algún interés o de lograr una acción real de la policía o de cualquier otro funcionario con el poder de ayudarlo, su frustración se incrementa y termina rompiendo la ley.
Sin duda, muchas personas frustradas por la falta de interés y la negativa de los funcionarios a escuchar realmente lo que necesitan comunicar han pasado por su tribunal, y han salido de allí con la sentencia más dura por el crimen cometido debido a que su frustración explotó.
El Mudo es la segunda película dirigida por los hermanos Diego y Daniel Vega, quienes en su primera película, Octubre, atrajeron el interés y reconocimiento internacional en el Festival de Cine de Cannes de 2011.
Su nueva película es absorbente y entretenida pero también es inteligente ya que invita a los espectadores a cavar más profundo, buscar el comentario social debajo de la superficie de humor negro de la película.
Los cineastas, considerados entre los nuevos talentos de la América Latina, compitieron por el máximo galardón del Festival de Filmes de Locarno, el más importante festival suizo de cine.
SPANISH LESSON
“…Su cara de pocos amigos y su forma indiferente de ser se extiende más allá de la sala de justicia, incluyendo sus relaciones personales”. (“His scowl and his perfunctory mannerextends beyond the courtroom and into his personal relationships, as well.”)
“Cara de pocos amigos” (lit. “with a face of few friends”) is a Spanish expression that means to look very unfriendly. The person appears to be in a bad mood, has an unpleasant or stern look.
Example: “Elena tiene cara de pocos amigos, pero es una buena persona”. (“Elena has very unfriendly face, but she is a good person.”)