The Argentine tango, like many powerful, expressive artistic movements, began with the poor, not an uncommon pattern. In the modern era, the rise of hip-hop music and dance began in American ghettos before sweeping the world. Another common element of from-the-bottom-up arts is that their early forms, before wide popularity, speak of social struggle. Interestingly, considering the similarities in developmental patterns shared by the Argentine tango and American hip-hop, there’s strong evidence the Argentine tango has African roots, in addition to contributions from many other cultures.
While ideas do differ regarding its ethnic roots, all agree the tango originated with the working poor in the Buenos Aires of the 1800s. It arose during a period of social struggle, with shock-waves of radical economic change caused by the Industrial Revolution. The balance between agrarian and urban labor was shifting. Mechanization pushed waves of rural people to cities. Massive foreign immigration added political and social upheavals. Poverty increased, as did disparity between rich and poor. From this simmering blend of urban, rural, national, and political cultures, emerged a distinct Argentine tango during the 1880s.
Latin American influences, like the milonga of the Argentinean cowboys, or gauchos, and the Cuban habanera are just a part of the tango tale. Italian musicians were very influential, and the German bandoneon a major contribution. There’s etymological evidence that the word tango is of African origin, arriving with African slaves deep in Argentina’s past. The first Argentinean newspaper article about tango, in 1913, attributed its origins to an African dance adopted by the gauchos and blended with their milonga. A glorious fusion of cultures, the Argentine tango holds the social histories of the nation.
Like hip-hop and other bottom-up music and dance movements, the tango was disdained by the upper classes, its overtly sensual, even sexual, style then a marker of its low-class origins. In 1912, tango was embraced by Parisians, then by the world’s daring debutantes and fashionable socialites always chasing the next fad, and re-imported into Argentina. Only then did it gain real acceptability, becoming a source of national pride. When you attend Spanish language school in Argentina, learn tango not at a posh place, but at its true, strong roots – in the barrios or from traditional gauchos in small rural farming villages.
El tango argentino, como muchos otros movimientos artísticos poderosos y expresivos, empezó entre los pobres, un patrón muy común. En la era moderna, el crecimiento de la música y la danza hip-hop empezaron en los barrios de Estados Unidos antes de estremecer al mundo. Otro elemento común de las artes de clase baja es que en sus formas iniciales, antes de la gran popularidad, hablaban de problemas sociales. Interesantemente, considerando las similitudes en los patrones de desarrollo compartidas entre el tango argentino y el hip-hop estadounidense, hay una fuerte evidencia que el tango argentino tiene raíces africanas, además de otras contribuciones de muchas otras culturas.
Mientras las ideas difieren de sus raíces étnicas, todos concuerdan que el tango se originó entre el trabajo de los pobres de Buenos Aires en los 1800s. Surgió durante un período de enfrentamientos sociales, con impactos de cambios económicos radicales causados por la Revolución Industrial. El balance entre la labor agraria y urbana estaba cambiando. La mecanización empujo ordas de gente del área rural hacia la ciudad. La inmigración masiva de extranjeros añadió convulsiones políticas y sociales. La pobreza incremento, así como también la desigualdad entre los ricos y los pobres. De este cambio tan grande de la cultura urbana, rural, nacional y política emergió un tango argentino distinto durante los 1880s.
Las influencias latinoamericanas, como la milonga de los vaqueros argentinos, o gauchos, y la habanera cubana son solamente una parte de la historia del tango. Los músicos italianos fueron muy influyentes y el bandoneon una contribución muy grande. Existe evidencia etimológica que la palabra tango tiene un origen africano, proveniente de esclavos africanos del pasado de Argentina. El artículo sobre el tango en un periódico argentino, en 1913, atribuye sus orígenes a una danza Africana adaptada por los gauchos y fusionada con sus milongas. Una gloriosa fusión de culturas, el tango argentino guarda las historias sociales de la nación.
Así como el hip-hop y otros movimientos de música y danza de abajo, el tango fue odiado por las clases altas, su estilo tan sensual, casi sexual, fue una marca de sus orígenes de una clase baja. En 1912, el tango fue adoptado por los parisinos, en ese entonces debido a los atrevidos debutantes y las socialités de moda que siempre buscaban la próxima tendencia, re importaron en Argentina. Solamente allí pudo obtener una aceptación real, convirtiéndose en una fuente de orgullo para la nación. Cuando asistas a la escuela de idioma español en Argentina, no aprendas el tango en un lugar de lujo, sino que en sus fuertes y verdaderos orígenes – en los barrios o de los gauchos tradicionales en pequeñas villas rurales agrícolas.