By the time the Europeans arrived, the use of cacao or chocolate was already centuries old in many Meso-American cultures, like the Maya and the Aztecs.
Further south and with different cultural traditions originating in the Andean regions, Peru was an Inca stronghold. Cusco was the capital of the Inca empire. Cacao didn’t have nearly the same cultural significance to the Inca as it did to the Aztecs and the Maya. Peru, however, has made up for lost time, and now producing much of the world’s chocolate.
Cusco has a fine little chocolate museum. It offers a fascinating information about the cultural significance of cacao, as well as the traditional ways it was prepared and consumed.
Some historians believe that it was the Olmec, said to be the mother culture of Meso-America, that began to grow cacao as a crop. The early Maya and the Aztec used chocolate in religious ceremonies, weddings, and medicinally.
As cultivation techniques became more refined and production increased, cacao became a luxury item, consumed by the upper classes as a beverage and, in some cultures, used as a spice of sorts. Cacao beans were used as currency at different points in history.
As cultivation became wider, so also did the use of chocolate as a beverage, expanding outside of the highest social classes. It is a pattern similar to that of how chocolate moved through European society.
Chocolate came to the European nations via the Columbian Exchange, which introduced a number of foods to Europe and beyond, including corn, potatoes, and tomatoes.
Chocolate was first sipped in Europe as a drink more akin to coffee than to the hot chocolate of today. It quickly became fashionable among the upper classes, who added plenty of milk and sugar to their chocolate pots.
As the supply grew and the price went down, it became a common breakfast drink across social classes. Chocolate bars and candy soon followed.
The museum offers an interactive experience of chocolate history. In addition to tasting some of the more historic ways of consuming chocolate, visitors can take chocolate making workshops. These programs take two to three hours. If you’re going to study Spanish in Cusco, you won’t want to miss this chance to enjoy a taste of history and culture.
Cuando vinieron los europeos, el cacao o chocolate ya se utilizaba desde siglos atrás en muchas culturas mesoamericanas, como la maya y la azteca.Más al sur y con diferentes tradiciones culturales originarias de las regiones andinas, el Perú era territorio Inca; Cusco era la capital del imperio Inca. El cacao no tenía el mismo significado cultural para los Incas que para los aztecas y los mayas. Perú, sin embargo, ha recuperado el tiempo perdido y ahora produce una gran parte del chocolate del mundo.
Cusco cuenta con un pequeño museo del chocolate, muy bueno, el cual ofrece información fascinante sobre el significado cultural del cacao, y las maneras tradicionales de prepararlo y consumirlo.
Algunos historiadores creen que fueron los Olmecas, considerada la cultura madre de Mesoamérica, quienes empezaron a sembrar y a cultivar el cacao. Los primeros mayas y aztecas utilizaban el cacao en ceremonias religiosas, en bodas y para usos médicos.
Conforme las técnicas de cultivo se refinaban y la producción incrementaba, el cacao se convirtió en un artículo de lujo, consumido como bebida por las clases altas y en ciertas culturas como condimento. Los granos de cacao se utilizaban como moneda en diferentes momentos de la historia.
A medida que los cultivos se expandían, también lo hacía el uso del chocolate como bebida, el cual llegó más allá de las clases sociales altas. Es un patrón similar al que siguió el chocolate dentro de la sociedad europea.
El chocolate llegó a las naciones europeas gracias al intercambio colombino, que introdujo una buena cantidad de alimentos en Europa y más allá, como el maíz, la papa y los tomates.
El chocolate se bebía en Europa como una bebida más parecida al café que al chocolate de hoy. Rápidamente se puso de moda entre las clases altas, las que agregaban mucha leche y azúcar a sus ollas de chocolate.
Cuando aumentó la producción, el precio bajó y el chocolate se convirtió en una bebida acostumbrada para el desayuno entre todas las clases sociales. Las barras y caramelos de chocolate surgieron en seguida.
El museo ofrece una experiencia interactiva de la historia del chocolate. Además de saborear algunas de las formas históricas de consumir chocolate, los visitantes pueden participar en talleres para hacer chocolate. Estos programas duran dos o tres horas. Si estudias español en Cusco, no te pierdas de la oportunidad de disfrutar el sabor de la historia y la cultura.