This important archeological site is readily accessible by public transportation, making it an easy and convenient day trip from Lima.
Miguel de Estete, who traveled with Francisco Pizarro on this third journey to Peru, mentionsPachacámac in his 1533 reports to Spain. He noted it as a place of pilgrimage, attracting people from afar, bearing often costly offerings.
When the Europeans came, Pachacámac has been a place of religious importance and pilgrimage for centuries. Archeological evidence reveals the site was occupied in a settled sort of way from about 200 AD. Soon thereafter temples rose.
The Wari came about 650 AD, adding their own temples and structures, followed by the Ichmaat the dawn of the 13th century, who gave way to the Inca in the 1400s. Each cultural group added to the structures at Pachacámac.
Because the site’s religious significance was so old, the Inca didn’t displace the old religion. Instead, they allowed it to continue undisturbed, absorbing its primary deity into their own pantheon.
The god Pachacámac was created to honor was Pacha Kamaq or “The One Who Generates the World,” a deity of the era’s coastal peoples. One interesting and humorous myth describes Pacha Kamaq as one of the three sons of the sun god.
He made the first man and woman. However, as the sons of the powerful often are, he was a bit neglectful of the practical things he took for granted in his own life and forgot to give them food. The man died, and the woman was upset.
She went over Pacha Kamaq’s head, praying to his father, asking for children. This enraged Pacha Kamaq, who tried to kill her children, but was defeated and tossed into the sea, where he finally accepted his fate to be god of the fish.
Built by a people whose creation myths told them they don’t have to tolerate mistreatment by a god, Pachacámac has a wealth of sights to see. In addition to pyramids and other structures, there is an on site museum full of ancient artifacts to browse. If you’re taking Spanish lessons in Lima, it’s well worth grabbing a cab or hopping on the bus to tour this remarkable historic site.
A tan solo 25 millas de Lima se encuentra un lugar que ya era antiguo cuando llegaron los incas a mediados del siglo XV, Pachacámac, ubicado en el Valle Lurín.Este importante sitio arqueológico cuenta con un fácil acceso por medio de transporte público, lo que lo hace un viaje fácil y conveniente de un día desde Lima.
Miguel de Estete, quien viajó con Francisco Pizarro en esta tercera travesía a Perú, menciona a Pachacámac en sus reportes a España en 1533. Lo describió como un lugar de peregrinaje que atraía a las personas de tierras lejanas y a menudo representaba ofrecimientos costosos.
Desde que llegaron los europeos, Pachacámac ha sido un lugar de peregrinaje e importancia religiosa durante varios siglos. La evidencia arqueológica revela que el sitio se ocupó como asentamiento desde 200 AD. A partir de ese momento, rápidamente se erigieron templos.
Los Wari vinieron alrededor de 650 AD, construyendo sus propios templos y estructuras, seguidos por los Ichma a principios del siglo XIII y los Incas en el siglo XV. Cada grupo cultural agregó su toque a las estructuras en Pachacámac.
Ya que el significado religioso del sitio era tan antiguo, los Incas no desplazaron la antigua religión. En vez de eso, permitieron que continuara sin perturbarla, absorbiendo su principal deidad en su propio panteón.
El dios Pachacámac o Pacha Kamaq, también conocido como “El Creador del Mundo”, era una deidad de la gente costera de dicha era. Un mito interesante y cómico describe a Pacha Kamaq como uno de los tres hijos del dios sol.
Él creó al primer hombre y a la primera mujer. Sin embargo, como son a menudo los hijos de los poderosos, era un poco negligente en cuanto a las cosas prácticas que daban por sentadas en su propia vida y olvidó darles de comer. El hombre murió y la mujer estaba molesta.
Ella se dirigió, sobre la cabeza de Pacha Kamaq, a rezarle a su padre, a quien le pidió tener hijos. Esto enfureció a Pacha Kamaq, quien intentó matar a esos hijos, pero fue derrotado y lanzado al mar, en donde finalmente aceptó su destino como dios de los peces.
Creado por un pueblo cuyos mitos de la creación les decían que no debían tolerar el maltrato de un dios, Pachacámac tiene una gran variedad de sitios para visitar. Además de las pirámides y otras estructuras, se encuentra un museo lleno de artefactos antiguos para observar.
Si estás recibiendo clases de español en Lima, vale la pena tomar un taxi o subirte al bus para hacer un tour de este maravilloso sitio histórico.