In recent weeks, “Septimo” has been the film that everybody is talking about. Filmed entirely in Argentina, this film has brought in over $4 million since its September 5, 2013, Argentinean debut. The crime thriller is writer and director Patxi Amezcua’s second film, following his award-winning first feature film, “25 Kilates,” which enjoyed international success. The cast features one of the top actors in Argentina, Ricardo Darín, as the father of the two children whose mysterious disappearance is at the center of the film.
Darin’s character, a father of two children, picks up his children from their mother’s daily. They have their routines, as most parents and children do. One of theirs is a race from the seventh floor apartment to the ground floor. The children run down the stairs and the father uses the elevator. One day, the father arrives at the ground floor and the children are nowhere to be found. They’ve vanished and with that, this fast paced crime thriller is off and running. It is a classic sort of set up in a genre that has featured the greats in film making, like Alfred Hitchcock.
It is that point that has critics and film-goers talking. Some reviewers are critical of Amezcua’s choice to work within the familiar lines of recognizable genre pattern, suggesting the film lacks originality. Others argue that it is within those well-known plotting lines that the director shows his originality, how he makes the classic set-up his own. While film reviewers bicker and quibble – which is, of course, their job – the movie seems to be well-received by the film-going public in Argentina.
Immersion is a fabulous way to learn a language. It is the best, most effective means of really making a second language a part of you. Getting into the flow of the culture around you is as important as the formal lessons you’ll take when you travel to learn Spanish in Argentina. Seeing popular films and taking about them with other film-goers in local cafes and other gathering sites will be as fun as it is educationally practical.
En las últimas semanas “Séptimo” es la película de la que todos hablan. Fue filmada completamente en Argentina y ha recaudado más de $4 millones desde el 5 de septiembre de 2013, cuando debutó en Argentina. Esta película de crimen y suspenso es la segunda del escritor y director Patxi Amezcua. La primera fue “25 Kilates”, una película premiada que disfrutó del éxito internacional. El elenco cuenta con uno de los mejores actores argentinos, Ricardo Darín, como el padre de dos niños cuya misteriosa desaparición es el centro de la película.
El personaje de Darín, es padre de dos niños; él va a recoger diariamente a sus hijos a donde la madre. Tienen sus rutinas, como casi todos los padres y los niños las tienen; una de ellas es hacer una carrera desde el séptimo piso hasta la planta baja. Los niños corren por las gradas y el padre usa el elevador. Un día el padre llega a la planta baja y los niños no están. Desaparecieron, y con eso comienza esta película de suspenso y crimen que transcurre a gran velocidad. El escenario está enclavado en un género similar al de las grandes películas, como las de Alfred Hitchcock.
Es esto de lo que hablan los críticos y los cineastas. Algunos comentaristas critican la elección de Amezcua de trabajar adentro de los lineamientos familiares de un reconocible patrón de género, y sugieren que la película carece de originalidad. Otros argumentan que dentro de esa conocida trama se demuestra la originalidad del director, quien convierte en propio un escenario clásico. Mientras los críticos del cine discuten y objetan – lo que, por supuesto, es su trabajo – la película parecer estar siendo bien recibida por el público cineasta de Argentina.
La inmersión es una manera fabulosa de aprender un lenguaje. Es el medio mejor y más efectivo de convertir en propio un segundo idioma. Formar parte del fluir de la cultura que te rodea es tan importante como las clases formales que tomas cuando viajas a Argentina para aprender español. Ver las películas populares y conversar acerca de ellas con otros amantes del cine en cafés locales y otros sitios de reunión, será, educacionalmente, tan divertido como práctico.