Santiago, Chile, is positioned in such a way that it more vulnerable than other regions to smog build-up. It is in a basin at the base of of the Andes, which leads to air pollution getting pushed down and trapped in the city under certain wind and weather conditions.
Toward the end of the 1980’s, Santiago began getting seriously proactive about air-quality, making great strides during the past two decades in improving air quality and in making greener energy choices more widely available to the general public.
Electric cars have been an important part of reducing air pollution in Santiago. This city has been a leader, not just in Chile, but in all of Latin America in adopting this green option, opening the first electric car charging station in this part of the world in 2011. They’ve continued their pro-active efforts with incentive programs, like the Zero Emissions Mobility Program, encouraging residents to use greener ways of traveling, including electric scooters, bicycles, and cars, while making it more affordable for people to do so.
Santiago is also pursuing cleaner energy options, seeking to gradually increase municipal use of solar and wind energies. The region is encouraging investment in making these types of energy options available to the public at large, as well. Public awareness is increasing as people throughout the area learn more about just how viable – and affordable – these cleaner energy technologies can be. These efforts are paying off, and not just in the sense of more direct financial savings, as in decreased spending on automobile fuel.
A better quality of air helps the residents of this major city to be healthier. That translates into something more important than the considerable health care cost savings. It reduces the human toll of respiratory diseases, helping to keep particularly vulnerable parts of the population, the very young and the very old, safer.
The improving air quality you’ll find when you take Spanish lessons in Santiago is a clear demonstration of the city’s dedication working towards a better quality of life for all.
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La situación de Santiago de Chile lo hace más vulnerable que otras regiones a la formación de smog. Se encuentra en una cuenca en la base de los Andes, por lo que la contaminación del aire fluye hacia abajo y en ciertas condiciones climáticas y de viento, queda atrapada en la ciudad.
A finales de los años 1980, Santiago empezó a volverse proactivo hacia la calidad del aire; en las últimas dos décadas ha hecho muchos avances para mejorar la calidad del aire y permitir al público en general que tome decisiones más ecológicas.
Los autos eléctricos han ocupado un papel importante en la reducción de la contaminación del aire en Santiago. La ciudad ha sido líder, no sólo en Chile, sino en toda América Latina, en adoptar esta opción verde, al abrir en 2011 la primera estación de recarga de autos eléctricos en el área. Se siguen haciendo esfuerzos proactivos con programas de incentivos, como el Programa de Movilidad de Emisiones Cero, que animan a los residentes a utilizar formas más ecológicas y accesibles de transporte, como scooters eléctricas, bicicletas y autos.
Santiago también busca opciones de energía más limpia, tratando de aumentar gradualmente el uso municipal de la energía solar y eólica. La región fomenta la inversión en la fabricación de este tipo de opciones de energía para ponerlas a disposición del público. La conciencia pública es cada vez mayor, ya que la gente aprende acerca de lo viable – y económico – que pueden ser las tecnologías energéticas más limpias. Estos esfuerzos están dando sus frutos, y no sólo en el ahorro financiero más directo, sino también en la disminución del gasto en combustible.
Una mejor calidad de aire ayuda a los habitantes de esta gran ciudad a ser más saludables. Eso se traduce en algo más importante que los considerables ahorros en la atención médica. Reduce el costo humano de las enfermedades respiratorias y protege a los más vulnerables de la población, los muy jóvenes y los muy viejos.
La mejor calidad del aire que encontrarás cuando recibas clases de español en Santiago, es una clara demostración de la dedicación de la ciudad hacia una mejor calidad de vida para todos.