Originally discovered in 1948, the Caral ruins offer a different history experience than Peru’s more popular archeological destinations popular among tourists. Located in a remote, wind blown region of the Peruvian Desert, the approximately 4,000-year-old remains of what researchers have deemed the oldest city in the Americas are becoming an increasingly popular tourist destination.
Some say that is because of, rather than in spite of, its lack of commercial development. The first hotel came to the region quite recently. Development funds are just starting to flow into the region for basic infrastructure projects, like the building of roads. While these types of projects will make the Caral ruins more accessible, attracting a greater number of tourists to the region and promoting economic activity, it will unavoidably alter the experience of visiting these quiet, windswept ruins.
It’s a powerful experience, that immense solitude of the desert, winds sweeping through as they’ve done for thousands of years, carrying an almost palpable sense of time and history. To see these ruins in this natural state, separated from the trappings of today, as they must have appeared long after abandonment, after the shifting sands of the desert gradually crept over the region, is an amazing experience, a rare and authentic moment in time.
It will still offer an intriguing glimpse into the past when the roads, hotels, restaurants, and tourist shops come to the area, well worth the trip to see. However, for those seeking a more intense experience of history, an understanding of the past that touches deeper than the intellect, the time to visit the ancient city is now, ahead of all the commercial improvements to the region. When you go to Spanish school in Peru, make sure to take the time to visit the Caral ruins as they are.
Las ruinas de Caral, descubiertas en 1948, ofrecen una experiencia histórica diferente a la de los destinos arqueológicos de Perú más populares entre los turistas. Los restos – localizados en una región remota y ventosa del Desierto Peruano – datan de hace aproximadamente 4,000 años, por lo que los investigadores la consideran la ciudad más Antigua en las Américas. Se está convirtiendo rápidamente en un popular destino turístico.
Algunos dicen que esto se deba a su falta de desarrollo comercial, no a pesar de ello. El primer hotel llegó a la región recientemente. Los fondos para el desarrollo están empezando a fluir en el área, para proyectos de infraestructura básica, como la construcción de carreteras. Si bien este tipo de proyectos harán que las ruinas de Caral sean un lugar más accesible, al atraer un mayor número de turistas a la región y promover la actividad económica, inevitablemente alterarán la experiencia de visitar estas tranquilas ruinas azotadas por el viento.
La inmensa soledad del desierto, los vientos que barren la escena, como lo han hecho durante miles de años, llevando a una sensación casi palpable del tiempo y de la historia, es una experiencia poderosa, Ver las ruinas en su estado natural, separadas de la parafernalia de la actualidad, como deben haber estado mucho tiempo después de haber sido abandonadas, luego de que las arenas cambiantes del desierto se apoderaron gradualmente de la región, es una experiencia increíble, un momento único y auténtico en el tiempo.
Todavía ofrecerán una visión interesante sobre el pasado cuando las carreteras, hoteles, restaurantes y tiendas para turistas lleguen a la zona. Valdrá la pena el viaje para ver las ruinas. Sin embargo, para aquellos que buscan una experiencia más intensa de la historia, la comprensión del pasado que va más allá del intelecto, ahora es el momento para visitar la antigua ciudad, antes de que lleguen todos los desarrollos comerciales a la región. Cuando vayas a la escuela de español en Perú, asegúrate de tomarte el tiempo para visitar las ruinas de Caral tal y como son.